La buena cocina se resume al conocimiento de la cantidad de sal que necesita cada platillo, saber con certeza cuándo se debe aplicar y cuál es la sal más aconsejable en función de las circunstancias.

Para Casa de Sal, comer es una experiencia multisensorial que culminará en una buena convivencia, en la que cada uno de los sentidos se verá seducido e inducido en el ambiente idóneo para degustar nuestros platillos.

La propuesta gastronómica de Casa de Sal tiene como base los buenos ingredientes, escoger los mejores productos de temporada para llevarlos a la mesa, con nuestra muy particular forma de ver, relacionarnos y producir cada plato.

La cocina urbana de Casa de Sal encierra sabores inesperados, un proyecto basado en las experiencias de nuestros chefs, en las cosas que han visto, comido y aprendido de los lugares (México, Costa Rica, Venezuela, Argentina, Estados Unidos y Corea del Sur), las personas y los libros que han tenido el gusto, la suerte o el privilegio de conocer en el camino -todo y todos nos influyen-.

Para Casa de Sal lo más importante es poder cocinar con y para nuestros comensales, para todo aquel dispuesto a experimentar que cocinar es nuestra razón de ser.